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LA NECESIDAD DE LAS VITAMINAS

Por si no lo sabías, las vitaminas son sustancias presentes en pequeñísimas cantidades en los alimentos y que sin embargo cumplen con funciones vitales en el organismo para un normal desarrollo y funcionamiento del mismo. Estas funciones no son plásticas (no forman órganos ni tejidos) ni energéticas (no aportan calorías); sino semejantes al accionar de hormonas, reguladores metabólicos o catalizadores biológicos. La mayor parte de ellas integran sistemas enzimáticos, actuando como coenzimas o formando parte de la molécula de coenzimas. Son esenciales para el organismo y deben ser provistas con la dieta ya que su ausencia provoca enfermedades carenciales. Todas las vitaminas son diferentes entre sí y cada una tiene una función específica en el organismo que las hace únicas e irremplazables. No existe un solo alimento que contenga todas las vitaminas, por lo tanto se necesita una dieta balanceada y variada para una ingesta adecuada de las mismas.

Actualmente se acepta que los requerimientos vitamínicos aumentan durante la realización de ejercicios prolongados y que las vitaminas se pierden y deben ser reemplazadas para mantener la capacidad física del cuerpo.

Es ampliamente conocido y probado que las deficiencias vitamínicas reducen la capacidad física. Los atletas tienen un aumento considerable de los requerimientos energéticos y deben ingerir vitaminas extras, especialmente del Complejo B, para asegurar el óptimo desdoblamiento y utilización de los nutrientes.

Además las vitaminas hidrosolubles (vitamina C y complejo B) se eliminan a través de la transpiración. Por ésta circunstancia, es evidente que las necesidades vitamínicas de los atletas son mayores que la de una persona normal. El grado en que los requerimientos aumentan varía de una vitamina a otra.

Las deficiencias vitamínicas pueden aparecer fácilmente cuando al metabolismo se le impone demandas especiales y la nutrición no es adecuada para satisfacer éstas exigencias. En cuanto a los deportistas, éstas desempeñan una función primordial. Permiten que éste desarrolle durante la competencia todo el potencial ganado duramente en el entrenamiento y que luego se recupere rápidamente de su agotamiento.

Se debería evaluar en cada deportista la ingesta de alimentos y determinar si existe carencia de alguna de ellas debido al escaso o nulo consumo de determinados alimentos (Ej. No consumo de leche, yogur y queso: déficit de calcio).

También es importante considerar que con dietas adecuadas y que supere las 1600-1800 kcal, ya se cubren sus necesidades diarias.

Silda Paola Jacquement

                                                                                                                                               Lic. en Nutrición

                                                                                                                                     Antropometrista ISAK

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